Aventura inesperada: De basureros a remansos escondidos en República Dominicana

Aventura inesperada: De basureros a remansos escondidos en República Dominicana

¡Saludos, mi gente! Hoy les traigo una aventura que comenzó de una manera y terminó llevándonos por caminos inesperados, mostrándonos la dualidad de nuestra hermosa República Dominicana.


LInicialmente, nuestro destino era Piedra Blanca (ya verán ese trabajo en otro video, ¡no se desesperen!). Pero en el camino, una parada en Villa Alta Gracia nos confrontó con una realidad lamentable: un impresionante reguero de basura a orillas del río Haina. ¡Qué situación tan triste! Estaban en "guananito" los desechos, pero la cantidad de basura era impactante. Y ahí estaba él, el famoso "tubo prieto" que tanto hemos visto en redes, hoy completamente seco, utilizado como un improvisado vertedero. ¡Imagínense! Toda esa contaminación seguramente sigue su curso río abajo, afectando a comunidades enteras.
Tubo prieto

orillas del río Haina

Dejando atrás esa imagen desoladora, nos dirigimos a un lugar llamado Los Mogotes. Al llegar al balneario, nos topamos con una situación peculiar: ¡100 pesos por entrar! Lo más sorprendente es que los baños estaban inutilizables y la promesa de que recogían la basura no se veía por ningún lado. Un niño se nos acercó insistentemente, algo que me pone un poco nervioso si no veo a los padres supervisando (¡para eso cobran el parqueo, digo yo!). El señor encargado aseguraba que recogían la basura, pero las pruebas visuales decían otra cosa.

Aprovechando que tenía mi nuevo prototipo de "Escafandra" (ya les contaré más adelante sobre sus pros y sus contras), me animé a explorar las profundidades del río. ¡Tenía tantas ganas de ver cómo lucía el mundo subacuático! Y para mi sorpresa, ¡vimos camadas de peces! Esto es una buena señal de la salud del río; algunos sobreviven, otros se van con las crecidas. Esta experiencia me abrió una nueva perspectiva sobre nuestros ríos y playas, invitándonos a conocer más allá de la superficie donde simplemente nadamos.


Luego, pusimos rumbo a Masipedro, un lugar que no visitaba desde hace unos 9 o 10 años. El camellón estaba precioso, pero les recomiendo visitarlo entre semana si quieren disfrutarlo de verdad. ¡El bullicio era tremendo y un poco peligroso! Me asombró la cantidad de gente.

El camellon

Continuando nuestro camino hacia los Saltos de Jima, nos encontramos con un desvío inesperado. ¿Hacia dónde iríamos? ¡Ni idea! Pero la ausencia de escándalo nos invitó a explorar. Nos cobraron 100 pesos, pero decidimos caminar un poco por un sendero que, aunque no era difícil, les dejaré marcado en el mapa. ¡Pero la batería del celular nos jugó una mala pasada!

Después de una breve caminata, llegamos a lo que parecía ser una represa del balneario El Camellón, que desemboca en el río. Randy calculó una hora de caminata, pero llegamos un poco tarde y decidimos seguir río abajo hacia Pozo Prieto. El resto del sendero se los debo para un próximo video. ¡A veces uno sale a hacer diligencias y termina descubriendo lugares increíbles!

Charco Prieto 

A pesar de la lluvia que comenzó a caer, el río Gima lucía hermoso y tranquilo. ¡Y ahí estaba Pozo Prieto! Pero presten atención a esto: supuestamente no se permite música en la zona, ¡y grabé música justo al lado del encargado! No entiendo entonces para qué cobran los 100 pesos... Parece que hay una diferencia entre lo que dice Medio Ambiente y lo que hacen algunos de sus trabajadores (quizás unos "chelitos" extra ayudan a saltarse las normas).


Por seguridad, decidimos retirarnos debido a la lluvia. ¡Pero miren qué belleza, un pajarito cruzó nuestro camino! Le pregunté a mi acompañante qué le pareció el recorrido, y para él fue una novedad, ¡no conocía Pozo Prieto! Él sí conocía los Saltos de Jima, que incluyen Pozo Prieto como una opción, pero también ofrecen un recorrido guiado hacia las cascadas del río Gima. ¡Imaginen, la que vimos era solo la primera de 26 cascadas! Eso sí, nos informaron que las demás no están habilitadas al público.

El ambiente en esta zona era muy diferente, ¡sin escándalo, sin basura y sin comportamientos indebidos! Definitivamente, un lugar para volver.


Y hablando de volver, ¡no podía irme sin mostrarles la famosa casa del kilómetro 5! Después de la duda que nos quedó en el video de Loma Miranda, encontramos lo que se dice que es la verdadera casa, llena de misterios y cuentos desde su construcción en 1950. Se habla de presencias extrañas, pactos oscuros... Nosotros no sentimos nada, pero la casa en ruinas y el famoso pozo cercano, con sus leyendas de desapariciones y actos ilegales (intensificados tras la película "Andrea"), sin duda generan escalofríos. ¡Esta sí la encontrarán en el mapa!

La casa del km 5

¡Y con esto cerramos esta aventura llena de contrastes! Recuerden suscribirse, activar la campanita y visitar la página web para más detalles. ¡Nos vemos la próxima semana con más historias! ¡Cuídense!


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