Adiós, Instagram: Una Bitácora de Desconexión Digital

Adiós, Instagram: Una Bitácora de Desconexión Digital

Saludos, mis amigos. Soy Obal urena sosa, y como muchos de ustedes saben, he recorrido incansablemente nuestro país para documentar historias y promover el activismo. Mi viaje digital ha sido una parte fundamental de esta misión, usando plataformas como YouTube para conectar con ustedes. Sin embargo, me encuentro en una encrucijada, y debo compartirles una decisión importante que he tomado: estoy a punto de desinstalar Instagram de mi teléfono.


Esta historia comienza cuando decidí aceptar la "oferta" de la famosa insignia de verificación azul. Parecía una oportunidad para legitimar mi trabajo y asegurar mi cuenta. El proceso, sin embargo, se reveló como un laberinto de requisitos y costos ocultos. Lo que en teoría era un precio razonable se transformó en una cifra mayor, en parte, debido a las comisiones de terceros. Pero el dinero no fue el verdadero problema, fue la revelación que vino después.


La Seguridad como un Lujo, No un Derecho

El beneficio más impactante que me ofrecieron fue la protección contra la suplantación de identidad. Esto me obligó a confrontar una pregunta crucial: ¿si mi cuenta no está verificada, ya está en riesgo? De repente, la seguridad no era un derecho fundamental que la plataforma debía garantizar, sino un servicio por el cual tenía que pagar.

Esta epifanía me llevó a la conclusión de que estas redes sociales, que se lucran con nuestro contenido e información, nos obligan a pagar para obtener una protección mínima. Es una lógica que me parece perversa, y me hizo reflexionar sobre mi lugar en un ecosistema que parece diseñado para explotar a sus usuarios.


La Desconexión Inevitable y la Búsqueda de un Nuevo Puerto

Mi decisión se reafirmó cuando, al cancelar mi suscripción, recibí un mensaje que decía: "Si cancelas tu suscripción, perderás la insignia de verificación que permite al público encontrarte e interactuar contigo". Fue la última gota. No solo te limitan, sino que te castigan por no seguir sus reglas. Instagram intentó hacerme sentir que sin ellos, mi voz sería insignificante.

Pero mi voz no depende de una insignia, sino del trabajo que comparto con todos ustedes. A pesar de que la plataforma intenta retenernos, mi comunidad sigue aquí. Yo tenía 2032 seguidores y ahora tengo 2023. La misma plataforma, con sus políticas, está causando que su comunidad se vaya.


Continuamos el Viaje en Otro Lugar

Así que, aquí está mi solución. A partir de ahora, mi principal punto de encuentro será Facebook. Desde allí, puedo publicar en varias de las plataformas de Meta (Facebook, WhatsApp y Threads), lo que me permite seguir llegando a ustedes sin tener que sacrificar mis principios.

También pueden contactarme directamente a través de mi blog. Solo tienen que buscar la sección de contacto, llenar el formulario con su nombre, correo y mensaje.


La desconexión de Instagram es mi forma de protestar contra un sistema que privilegia el beneficio sobre la seguridad del usuario. No nací con Instagram ni él es parte de mí, así que puedo seguir adelante sin él.

Gracias por entender esta decisión. Por favor, dejen sus comentarios abajo y compartan este video para que más personas tomen conciencia de lo que está sucediendo en nuestras redes sociales. ¡Nos vemos en Facebook y en la próxima aventura!


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