Aventura a orillas del Rio Licey: Descubriendo Tamboril y sus secretos

Aventura a orillas del Licey: Descubriendo Tamboril y sus secretos

Dejamos atrás el bullicio de Santiago para adentrarnos en un rincón especial: Boca de Licey, un encantador Distrito del  municipio de Tamboril ubicado al este de la ciudad corazón. Nuestro destino hoy es el río Licey, o como cariñosamente le llaman en esta zona, el río Tamboril. ¿Por qué Tamboril? Pues bien, la historia cuenta que el nombre del Licey proviene de la comunidad de Licey, que existió antes que Tamboril. Pero hoy, nuestro espíritu aventurero nos guía a explorar este tramo de río, ¡así que a mojar los pies se ha dicho!

Una Hermoza cascada en el rio
Cascada en Rio Licey prieto

Aunque el día amaneció nublado y las aguas se muestran un poco turbias, la curiosidad nos impulsa a seguir adelante. Pequeños remansos y charquitos nos dan la bienvenida mientras avanzamos por el camino. La gente local nos comenta sobre las necesidades de la zona, y pronto la realidad se hace palpable al ver el estado de la carretera: un terreno accidentado y con barrancas.

En nuestro recorrido, nos topamos con una imagen desoladora: la Escuela Luz Bienvenida Peña, en Boca de Licey, abandonada. Un triste testimonio de un crecimiento demográfico inverso, donde la falta de niños ha llevado al cierre de sus puertas. Nos preguntamos por las historias detrás de este abandono, con la esperanza de encontrar a alguien que nos comparta su perspectiva.

En nuestro recorrido, nos topamos con una imagen desoladora: la Escuela Luz Bienvenida Peña, en Boca de Licey, abandonada. Un triste testimonio de un crecimiento demográfico inverso, donde la falta de niños ha llevado al cierre de sus puertas. Nos preguntamos por las historias detrás de este abandono, con la esperanza de encontrar a alguien que nos comparta su perspectiva.
Escuela Luz Bienvenida Peña

Mientras tanto, el río nos presenta nuevos desafíos. Nos informan que estas comunidades quedan completamente aisladas cuando el Licey crece, incomunicando incluso zonas más elevadas, como la carretera que conduce a los 21. La contaminación también es evidente, con desechos que lamentablemente ensucian las orillas, un problema que afecta a la comunidad.

Llegamos a un punto crucial: la confluencia de dos ríos. Aquí, donde el arroyo Sánchez (que recordarán de nuestra aventura en Los Cacaos) se une al Licey, la fuerza del agua se intensifica. A pesar de la llovizna que amenaza, no podemos ignorar la presencia de una granja porcina a escasos metros de la orilla. La imagen de cerdos en condiciones precarias y la cercanía al río levantan serias interrogantes sobre el cumplimiento de las normativas ambientales, que exigen una distancia mínima de 30 metros y la protección contra la contaminación.

o podemos ignorar la presencia de una granja porcina a escasos metros de la orilla. La imagen de cerdos en condiciones precarias y la cercanía al río levantan serias interrogantes sobre el cumplimiento de las normativas ambientales, que exigen una distancia mínima de 30 metros y la protección contra la contaminación.
Granja Porcina

Tamboril, tierra conocida por su emblemática ceiba y su gente trabajadora y amable, nos sigue mostrando sus encantos. Observamos una pequeña poza utilizada por los lugareños, aunque lamentablemente la presencia de basura en sus alrededores empaña la belleza natural del lugar.

¡Pero la aventura apenas comienza! Pronto, las imágenes que capturamos nos regalan paisajes vírgenes que deleitan la vista.  Un lugareño que nos saluda con entusiasmo. Sin embargo, la presencia constante de basura nos recuerda la urgente necesidad de la intervención del Ministerio Público para proteger el medio ambiente en esta zona.

Observamos una pequeña poza utilizada por los lugareños, aunque lamentablemente la presencia de basura en sus alrededores empaña la belleza natural del lugar.
la presencia de basura

El río cambia su curso, y lo que parecía ilógico (un río que baja en ambos sentidos) se explica al darnos cuenta de que estamos cruzando otro afluente. La falta de regulaciones en estas áreas rurales nos hace reflexionar sobre la situación en las ciudades. Pero en medio de esta realidad, encontramos pequeños oasis de belleza, pozas escondidas donde uno puede refrescarse del calor.

Descubrimos pequeñas represas artesanales, utilizadas seguramente para la toma de agua. Un muro de contención nos muestra el ingenio local para aprovechar los recursos hídricos. El agua que fluye de un manantial cercano, conocido como Licey Prieto, nos trae recuerdos de nuestra visita a la Cueva de Toro (les dejo el enlace en la tarjeta para que lo vean después). En aquel video, ya se podía apreciar la deforestación en la zona del Licey Prieto, a pesar de la increíble abundancia de agua.

Imaginamos lo beneficiosa que sería una presa en este punto, justo en la desembocadura del arroyo del Toro y el Licey. Aunque mojarse parece inevitable, de vez en cuando aparecen pequeñas pozas que invitan a una pausa. Y entonces, en el Prieto, nos encontramos con una maravilla: ¡una pequeña cascada!

Cascada en Rio Licey prieto

Después de caminar más de dos kilómetros, esta cascada se presenta como una recompensa natural. Notamos que las rocas en esta zona son más oscuras, quizás el origen del nombre "arroyo Prieto". Aquí hacemos una pausa para beber y recuperar energías.

Para aquellos que son nuevos en este viaje virtual, les recuerdo que todas las ubicaciones e historias que exploramos están detalladas en este Blogger. Solo tienen que hacer clic en "Read more" (Leer más) para descubrir más detalles y otras aventuras. También pueden explorar los lugares visitados a través del menú de tres rayas, donde encontrarán a Wikiloc, la plataforma donde comparto las rutas específicas que realizo. ¡La última ruta añadida es la de Boya, mi video anterior a este! Y por supuesto, todas las ubicaciones están disponibles en Google Maps.

Aquí todas mis contribuciones
Google Maps

Continuando nuestro camino, encontramos otra cascada a un kilómetro río arriba, confirmando que estamos en una zona de nacimientos de agua. Aunque por un momento nos sentimos un poco desorientados, no estábamos perdidos realmente, solo confundidos. Gracias a la ayuda de una persona local, pudimos retomar el camino correcto. ¡Miren esas ceibas majestuosas y el flamboyán que adorna la carretera!


Dejamos la puerta con reja atrás y seguimos adelante. Un lugareño nos indicó que hacia abajo se encuentra Boca de Licey, y hacia arriba, Arroyo del Toro. Decidimos seguir río abajo para volver al punto donde dejamos los vehículos. Aunque este lugar aún no tiene un nombre específico en los mapas, ¡pronto lo tendrá gracias a nuestra exploración! Sabemos que aquí confluye otro río, cerca de esa casa que se ve a lo lejos.

Y es importante recordar que todas estas aguas desembocan en la Bahía de Sanchez. Cuando el río crece, ¡imaginen la cantidad de agua que llega hasta allá! Les recomiendo ver nuestro video sobre el Río Yuna para que comprendan la magnitud de este sistema hídrico.

Antes de despedirme, les pido que compartan este video, se suscriban al canal, le den like y activen la campanita para no perderse nuestras próximas aventuras y conocer de cerca las realidades de nuestro entorno. ¡Al compartir, esta problemática llegará a más personas! ¡Hasta la próxima!


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