Un Viaje por la República Dominicana Entre Belleza Natural y Desafíos Pendientes, Cayetano Germosén
Un Viaje por la República Dominicana: Entre Belleza Natural y Desafíos Pendientes
¡Hola a todos!
Hoy quiero llevarlos conmigo en un recorrido por nuestra hermosa República Dominicana, un viaje que me dejó con reflexiones importantes sobre el avance tecnológico y la necesidad de no quedarnos atrás. Acompáñenme a explorar lugares impresionantes y a la vez, a enfrentar algunas realidades que nos invitan a la acción.
La Realidad de Nuestras Carreteras
Empezamos el trayecto con una parada en la carretera de Villa Tapia que conecta con Cayetano Germosén. Es lamentable ver cómo lugares con tanto potencial para el desarrollo y el transporte de productos agrícolas, como el plátano, el café o el cacao, sufren por el mal estado de sus vías. ¿Cómo es posible que con tanta tierra fértil, nuestros productos tengan dificultades para llegar a su destino? Esta situación nos recuerda la urgente necesidad de invertir en infraestructura.
Durante el recorrido, también me encontré con mucha basura en las carreteras. Es un recordatorio de que la responsabilidad de mantener nuestro país limpio es de todos, no solo de las autoridades. Hablando de eso, ¡había muchísimos letreros políticos! Mi esperanza es que, una vez pasadas las elecciones, esos mismos políticos se dediquen a limpiar y mejorar las áreas que prometen representar.
Un Tesoro Llamado Presa de Hatillo
Pero no todo es desafío. Mi viaje también me llevó a uno de los lugares más espectaculares de nuestro país: la Presa de Hatillo. ¡Qué maravilla! Si bien no tuve tiempo de recorrer sus 15 kilómetros de extensión (un día simplemente no basta), la tranquilidad y la paz que transmite son inmensas. Es la presa más grande de la República Dominicana y se rumora que también del Caribe, un dato que nos hace pensar en el enorme potencial para el turismo y los deportes acuáticos que este lugar tiene.
El Desafío de la Distribución del Agua y las Inundaciones
Observar el desfogue de la presa me hizo reflexionar sobre un punto crucial: en República Dominicana, no es que falte agua, ¡es que tenemos un problema de distribución! Y sí, para ser sincero, creo que necesitamos más presas de este tamaño. No solo garantizan el abastecimiento, sino que también son cruciales para evitar inundaciones en pueblos aledaños.
Esto se hizo dolorosamente evidente cuando, de camino a Fantino, nos encontramos con un panorama desolador: ¡calles inundadas y alcantarillas tapadas por plástico! Es irónico ver cómo la falta de conciencia ambiental y la mala gestión de residuos contribuyen a problemas tan serios como las inundaciones.
Un Llamado a la Acción
Mi viaje me dejó con la convicción de que la tecnología y el desarrollo deben ir de la mano con la protección de nuestros recursos y la mejora de nuestra calidad de vida. Lugares como el Parque Aniana Vargas, cerca de la presa, son ejemplos de espacios que debemos recuperar y mapear para el disfrute de todos.
La pregunta que les dejo es: ¿son realmente necesarias más presas, o es que necesitamos ser más conscientes y mantener limpios nuestros sistemas de drenaje? ¡Me encantaría leer sus comentarios!
Nos vemos en el próximo post. ¡Cuídense!
Comentarios
Publicar un comentario
¡Espero tu comentario!