Tinajita a los Pilones, Desvelando Fronteras

Tras la Huella del Límite: De Tinajita a los Pilones, Desvelando Fronteras

¡Hola, intrépidos viajeros! Dejamos atrás la lluvia de Yaroa para adentrarnos en el corazón de Tinajita, con un objetivo claro en mente: alcanzar la divisoria entre Santiago y Puerto Plata. ¡Las montañas nos llamaban y la curiosidad nos impulsaba a seguir la Calle Nueve hasta su final!

Encontramos la cisterna que abastece al pueblo y, con la energía renovada, continuamos nuestro recorrido por el llano de Tinajita. ¡Qué grata sorpresa ver una escuela en excelente estado en la parte correspondiente a Santiago! La carretera, a diferencia de la anterior, nos ofrecía un buen camino, mientras el canto de los gallos musicalizaba esta impresionante área verde. ¡Tinajita nos recibía con su encanto!

Capturé la belleza de este pueblito en una imagen 360 que podrán disfrutar, al igual que otras instantáneas que dejaré marcadas en Google Maps para facilitar su exploración. ¡El verdor exuberante y las montañas al fondo crean paisajes de postal! Descubrimos incluso un play donde nace un río que visitaremos en futuras entregas.

Seguimos avanzando por territorio santiaguero, encontrándonos con algunos "personajes" pintorescos. Pero nuestro destino final era el punto exacto donde Santiago y Puerto Plata se abrazan. Gracias a las líneas del mapa, pudimos rastrear nuestro avance desde el play hasta la supuesta frontera, cerca de Laja de Yaroa.

Sin embargo, al llegar al punto señalado, ¡sorpresa! No encontramos el letrero que indicara el límite. ¿Habríamos cruzado ya a Puerto Plata sin darnos cuenta? Una iglesia nos dio la pista: ¡estábamos en territorio "plateño"! La falta de señalización nos dejó con la incertidumbre, una situación común en muchos lugares.

Continuamos nuestro camino hacia Chima, ansiosos por descubrir los secretos que esconden sus montañas. ¡Y vaya que encontramos sorpresas! Un barranquito nos esperaba, y el sendero prometía llevarnos a lugares inexplorados, conectando quizás con ese misterioso "Lloroba" del video anterior.

La economía de la zona se revela en sus extensos campos de cacao y la abundancia de afluentes de agua. ¡Encontramos incluso un "chili de agua vieja" con un pintoresco puentecito! La naturaleza nos regalaba pequeños remansos y riachuelos llenos de vida, como el río Diego Félix, cuyo nacimiento intentamos rastrear.

Este río nos mostró su dualidad: seco en algunos tramos, pero fluyendo con fuerza metros adelante, filtrándose entre las rocas. ¡Un fenómeno fascinante! El camino nos regaló más afluentes y la presencia constante de ganado vacuno.

Recordando la experiencia pasada, donde mis pies sufrieron las consecuencias del terreno lodoso, seguí la línea divisoria del mapa, entrando y saliendo de Santiago en un laberinto de caminos. Una conversación reveladora me indicó que seguir hacia arriba me llevaría antes de Pedro García, desviándome de mi objetivo: Laja de Yaroa.

Así que retomamos el rumbo, buscando el famoso río Diego Félix (¡no el que vimos inicialmente!). El camino se tornó difícil, con huellas recientes de motocicletas. Casas abandonadas, quizás refugios de verano, salpicaban el paisaje montañoso. La deforestación era evidente, contrastando con la belleza natural del entorno.

Finalmente, el sonido del agua corriente nos anunció la cercanía del verdadero Diego Félix. ¡Aquí, las aguas de Yaroa, Yaroa un Gurabito y Tinajita se unen!

Continuamos nuestro periplo, dejando atrás el punto de encuentro de los ríos para dirigirnos hacia Laja de Yaroa. Encontramos un nuevo afluente en la misma entrada de "Lloroba" (¡ese nombre sigue intrigándonos!) y el abandonado centro comunal de Sonador y Yaroa, con una historia particular.

Llegamos a Laja de Yaroa, donde un letrero nos dio la bienvenida. ¡Otro cuerpo de agua nos recibió! Pero la tranquilidad del lugar se vio interrumpida por un ruido ensordecedor cerca de la cancha y la escuela. Una situación lamentable que esperamos las autoridades atiendan para garantizar la paz de la comunidad.

Nuestro objetivo final era encontrar la señalización del límite entre Santiago y Puerto Plata en la Cumbre. Aunque la señal original desapareció con la ampliación de la carretera, logramos capturar imágenes de los pilones que marcaban la antigua división.

Encontramos un centro de oración y, finalmente, el puente de los Pilones, con su propio caudal de agua. ¡Este punto marcaba un nuevo hito en nuestra exploración!

El parque de los Pilones nos recibió con su belleza y murales históricos. ¡Un lugar que merece una visita más profunda! Descubrimos la importancia del café en la economía local.

Con la promesa de regresar, nos despedimos desde los Pilones, no sin antes capturar la majestuosidad de su puente. ¡La aventura continúa! En la próxima entrega, seguiremos explorando esta fascinante región. ¡Hasta pronto, viajeros!



lajadeyaroa tinajita Feliz fin de año y próspero año nuevo 



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