Aventura en la Cordillera: Del Quinigua a la Mágica Salamanca

 

Aventura en la Cordillera: Del Quinigua a la Mágica Salamanca

¡Qué tal, mi gente! Hoy les traigo el relato de una de esas aventuras que te recargan el alma y te muestran la belleza oculta de nuestra tierra. Prepárense para un viaje visual y emocional desde las orillas del río Quinigua hasta los rincones de la enigmática Salamanca, enclavada en nuestra impresionante Cordillera Septentrional.


El Comienzo de la Jornada: Desayuno con Vistas y Reflexiones

Mi día arrancó a orillas del Quinigua, ese río que siempre me regala paz. Después de un buen desayuno, me tomé un momento para meditar, contemplando la majestuosidad de Santiago. Desde allí, pude apreciar una parte completa de nuestra Ciudad Corazón, ¡una vista que te deja sin aliento!

Pero no todo fue belleza natural. También pude observar de cerca cómo el conuquismo está afectando nuestra Tierra Alta. Un tema crucial que prometo ampliar en "La Voz del Yaqui", porque es vital que hablemos de la preservación de nuestros recursos.

Rumbo al Alto del Aguacate: Entre Antenas y Sorpresas

Con la barriga llena y el espíritu renovado, pusimos rumbo al Alto del Aguacate. Sabía que por ahí encontraría civilización al ver una antena, y así fue. Las imágenes que les traigo de esta zona son espectaculares, aunque el camino nos reveló la cruda realidad del conuquismo que, como una herida, va destruyendo nuestras montañas y cerros, esos que deberían ser santuarios naturales. Incluso me topé con una pista hídrica seca, una señal más de lo que estamos perdiendo.

Salamanca: Un Pueblo de Ensueño en la Cordillera

Mi objetivo principal era llegar al saltadero de Salamanca, esa cascada que tanto me habían hablado. Y aunque el camino me llevó por desvíos inesperados —terminando de nuevo en el Alto del Aguacate por un momento—, ¡no me arrepiento! La gente de Salamanca es increíblemente amable y cariñosa, me hicieron sentir como en casa.

Mientras avanzaba, noté que la carretera se está terminando, una gran noticia para la gente de aquí. Pero, una vez más, el conuquismo se hizo presente, recordándonos la urgencia de que Medio Ambiente se dé una vuelta por estas zonas.

La Belleza Natural de Salamanca: Un Tesoro por Proteger

Salamanca es un verdadero paraíso. El río Salamanquita fluye serenamente por el pueblo, creando un paisaje de postal. Las casas son típicas y pintorescas, y la vegetación es exuberante. Me encantó sentir de nuevo ese olor a campo que solo nuestra Cordillera Septentrional puede ofrecer. Aquí se respira vida y tranquilidad.

Este es un lugar ideal para el senderismo, con senderos que te llevan directamente al río. ¡Y qué decir del río! Lo crucé más de 20 veces, disfrutando cada chapuzón para refrescarme después de kilómetros de caminata. ¡Fue una experiencia de película! Me quedé maravillado con las pozas y charcos que uno encuentra a cada paso.

Más Allá del Río: Historia, Hospitalidad y un Llamado a la Conciencia

Durante mi recorrido, me topé con una virgen cuya historia me encantaría conocer, si alguien la sabe, ¡por favor, déjeme un comentario! También visité la escuela y el play del pueblo, lugares que demuestran la vida vibrante de Salamanca.

La gente de aquí sabe cómo conquistar el paladar. Me hablaron de un cocinado que te deja chupándote los dedos, ¡así que ya estoy planificando mi regreso para probarlo!

Pero más allá de la aventura y la hospitalidad, este viaje me dejó una profunda reflexión. Es crucial que protejamos nuestros bosques. De ellos dependen nuestros ríos, el turismo interno y, lo más importante, el aire que respiramos. Estas hermosas imágenes que les comparto son un recordatorio de lo que podemos perder si no actuamos.

Salamanca es un lugar de agua, paz y naturaleza. Un pueblo que está dispuesto a recibir a miles de turistas que busquen esa tranquilidad y ese olor a campo real. Porque como siempre digo, ¡el Cibao lo tiene todo!


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Baitoa: Un Viaje al Corazón del Yaque, Pozas Escondidas y el Grito de la Naturaleza

De Tapones en Licey a Tesoros Escondidos: Mi Viaje por Samaná (y la Realidad de Nuestros Recursos)

¡Indignación Bancaria! ¿Quién es el verdadero ladrón: el que asalta o el que te roba disimuladamente?