Mi Batalla por la Luz en Santiago, la Ciudad Corazón
¡Qué Vaina con Edenorte! Mi Batalla por la Luz en Santiago, la Ciudad Corazón
¡Dime a ver, mi gente!
Ustedes saben que yo soy de aquí, de Santiago. Y como creador de contenido, tengo que estar activo y con la luz prendía'. Pero miren qué problema se me armó con Edenorte. Esto no fue un pleito de gallo, fue una vaina de locos que tuve que pasar para conectar el servicio eléctrico en mi casa. ¡Una guasa!
La Trampa del Papeleo (¡Un Boche Innecesario!)
La verdad es que uno cree que resolver algo en este país es pan comío'. Yo fui a la oficina de Edenorte con mis papeles al día: mi casa, cero deudas, todo nítido. Pero los tigueres salieron con un mangú de requisitos que ni el Diablo Cojuelo se lo inventa.
Me exigieron que para un contrato cancelado (¡y sin deberles un cuartos!), yo tenía que llevar un papel de "no objeción" de la junta de vecinos o, peor aún, ¡un contrato de alquiler de mi propia vaina! ¿Ustedes oyen eso? ¿Ahora yo tengo que alquilarme mi propia casa para que me den un servicio que me toca?
Era como si me estuvieran diciendo: "Obal, tú tienes que dame lu' o cuida'o" con un papeleo que no sirve pa' un cara...
Buscando al "Jefe de Esquina" (El Alcalde Pedáneo)
Cuando me vi atollao' en esa burocracia, me tocó salir a buscar al alcalde pedáneo. ¡Una travesía en plena noche! El señor vive a 10 kilómetros, y yo, dándole banda a mi trabajo, tuve que ir.
¿Y para qué? Para pagar mil pesos por una firma, ¡un sello gomígrafo! Yo me pregunto: ¿Cuántos dominicanos no tienen que pasar por este tragaluz y dejar esos chelitos que hacen falta en otra parte? Esos mil pesos de cada gente se vuelven un paquete de cuarto para una firma que no resuelve na'. ¡Es un abuso!
¡Una Semana en Oscuridad!
Con el papel del alcalde en la mano (pensando que ya estaba hecho), volví a Edenorte. Me dijeron: "Tranquilo, Obal, de tres a cinco días eso está resuelto."
¡Mentira del Diablo! Pasó la semana, pasaron los diez días, y mi casa seguía más oscura que boca de lobo. Tuve que prender velas, como si estuviéramos en la época de Balaguer. ¡En pleno Santiago, la Ciudad Corazón, atrasao' con la luz!
Al final, gracias a un vecino que es un lince, la luz volvió al poste. Pero ¡se me quemaron los breakers! Una cosa trae la otra, y ahora tengo que buscar un electricista, ¡un sacrificio!
Mi gente, la cosa es clara: No podemos quedarnos callao' con estas vagabunderías. El dominicano paga los impuestos más caros, y nos tienen bregando con una burocracia obsoleta. Esta vaina tiene que cambiar. ¡El que paga su luz, que se la pongan sin tanto relajo!
¡Miren el Video para que vean el Show Completo!
Si quieren ver los audios, los videos de mi odisea y la rabia que me dio esta situación, denle play a este video. ¡Hay que activarse y no dejarse de nadie!
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