El Río Yaque Clama por Ayuda en Santiago
¡El Río Yaque Clama por Ayuda en Santiago!
¡Santiago, miren esto! ¡Miren lo que le estamos haciendo a nuestro Río Yaque! Hoy no les muestro un paisaje para admirar, sino una realidad que duele, que indigna y que nos grita en la cara la urgencia de actuar. Me encuentro aquí, a orillas del Yaque, y lo que veo es desolador: ¡un auténtico río de caucho!
Un Crimen Ambiental a Plena Vista
Donde debería fluir vida, hoy se acumulan toneladas de neumáticos, de caucho, en una muestra grotesca de contaminación y negligencia. Me pregunto, con el corazón en un puño: ¿Quién se encarga de velar por el Río Yaque? ¿Es que a nadie le duele nuestro río? Porque lo que estoy presenciando aquí, en Santiago, es la prueba de que al Yaque no lo estamos cuidando, ¡lo estamos matando lentamente!
Miren estas imágenes, juzguen ustedes mismos. Yo estoy aquí, tocado, afectado profundamente por esta visión. Y no me vengan con cuentos, esto que ven no es un problema aislado, es un síntoma de algo mucho más grave. Más allá, donde ahora voy a dirigir la cámara, la situación es igual o peor. Esto no es simplemente "suciedad", ¡esto es un crimen ambiental!
Algunos intentarán desviar la responsabilidad, quizás culpar a "la sociedad" en abstracto, o enredarlo con política. Pero seamos claros: la acción (o inacción) que permite esto tiene responsables. Quien tira estas ruedas al río, quien permite que esto suceda, ¡no tiene madre! Lo digo con toda la fuerza de mi indignación. Este acto de contaminar nuestro Yaque es más criminal, si cabe, que otros delitos que condenamos a diario. Estamos hablando de envenenar nuestra fuente de vida, nuestro patrimonio.
Este ya no es el Yaque que conocíamos, se ha convertido en el "Río de Caucho", un vertedero a cielo abierto. Y cada neumático, cada trozo de caucho, es un golpe más a nuestra "sociedad", a nuestra conciencia nacional.
Lo irónico es que esta catástrofe es visible. Me imagino que desde la avenida cercana (¿la Circunvalación, quizás?) la vista debe ser dantesca, especialmente ahora que el río podría estar más bajo, exponiendo aún más esta vergüenza. He esperado este momento, con el río más bajo, para poder mostrarles la cruda realidad en toda su magnitud. ¡Vivimos rodeados de caucho, de contaminación!
Un Llamado a la Acción Ciudadana
Pero no quiero quedarme solo en la denuncia. Creo firmemente que debemos tomar conciencia. Y más que eso, ¡debemos actuar! Se me ocurre, y lo lanzo aquí como una propuesta sincera: ¿Por qué no organizamos un día, un gran operativo ciudadano, donde todos los santiagueros que amamos nuestro río vengamos a limpiarlo?
Sé que limpiar es solo una parte. La verdadera solución pasa por la educación, por el cumplimiento de las leyes, por un cambio profundo en nuestra mentalidad. Pero empezar por devolverle al Yaque un respiro, por quitarle este manto de caucho, sería un primer paso poderoso.
¿Qué les parece la idea? ¿Nos unimos por el Yaque? Necesitamos muchas más conciencias despiertas y manos dispuestas a trabajar.
Déjame tu opinión en los comentarios. ¿Te sumas al llamado? ¿Qué otras acciones crees que podemos tomar para salvar nuestro Río Yaque?
¡Compartan este grito para que llegue a todos los rincones! ¡El Yaque nos necesita AHORA!
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